La mejora de la convivencia es una preocupación que cada día adquiere mayor importancia en la sociedad actual. La convivencia y el aprendizaje son dos aspectos estrechamente ligados entre sí y requieren que el respeto de los derechos de los demás y el cumplimiento de las propias obligaciones sean un verdadero  reto para conseguir una educación de calidad. 

     Hablar de convivencia implica un aprendizaje democrático que favorezca el diálogo entre personas, la ayuda mutua y la cooperación, abarcando el conjunto de relaciones que se establecen entre las  personas, incluyendo el conflicto y su resolución. 

     La convivencia es un objetivo formativo y fundamental del proceso educativo, debe entenderse como algo positivo para desarrollar la labor educativa y no como una mera aplicación de medidas disciplinarias.